Coger un rotulador y una hoja de papel es una herramienta simple, accesible a todo el mundo, barata y de bajo riesgo. Sin embargo, dibujar tiene un potencial enorme y se convierte en una estrategia de comunicación y resolución de problemas muy útil en la mayoría de los contextos empresariales y profesionales.
Este acto de capturar información relevante de forma visual, normalmente de una charla, una clase o una reunión de trabajo se llama sketching, o lo que es equivalente en español, tomar notas visuales o realizar bocetos o esquemas gráficos.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de dibujar?
El dibujar o esquematizar ideas, en general puede considerarse una herramienta de pensamiento que permite a la mente captar cosas que están en flujo y refinarlas iterativamente.
Esta herramienta de pensamiento ha sido utilizada a lo largo de la historia por grandes mentes para desarrollar sus ideas y su comprensión. Tal es el caso de Leonardo da Vinci y los bocetos de sus proyectos que le permitían descubrir cosas no había visto antes o detectar nuevos patrones emergentes que conducían a nuevas ideas. También podemos ver esquemas en el diario donde Charles Darwin tomó las notas para desarrollar su teoría de la evolución.
Si estas mentes brillantes utilizaron los sketchnotes para aumentar su capacidad creativa y conceptual, ¿por qué no utilizar también esta poderosa herramienta de pensamiento y comunicación?
¿Por qué el dibujo es tan potente cuando se trabaja en equipo?
Estudios recientes consideran que estas notas visuales son una excelente herramienta de pensamiento también para grupos. Se hace hincapié en la rapidez con que se realizan, su carácter provisorio antes de asumir compromisos definitivos y su simplicidad como ventajas clave, destacando otros beneficios como:
- el establecimiento de un enfoque común,
- que fomentan la interactividad y la implicación, al igual que una colaboración eficaz y agradable,
- facilitan la creación de significados compartidos, y una mejor escucha y un mejor recuerdo de los temas tratados.
Las notas visuales mejoran la comunicación, sirven de referente fácil para palabras y gestos, por lo que las expresiones que usamos al señalar o referirnos a una idea como «aquí» y «allí» y «esta parte» y «así» facilitan y precisan simultáneamente la comunicación. Evitan ambigüedades o malentendidos ayudando a lograr mucho más que un enfoque común.
Dibujar en grupo se convierte en una buena estrategia para que los participantes de la reunión participen haciendo comentarios a los temas tratados y empiecen a converger en sus procesos de interpretación, aclaren suposiciones básicas y simulen diferentes perspectivas.
Y es así como las notas visuales, o bocetos, cuando se realizan en equipo de un modo colaborativo e informal contribuyen a un diálogo verdaderamente abierto y enriquecedor.
Pautas sencillas a la hora de tomar notas visuales
Al tomar notas visuales en equipo, es recomendable seguir estas sencillas reglas para asegurarnos de que nuestros bocetos son CLAROS (CLEAR en inglés) para todo el mundo:
Hagamos que nuestros bocetos sean:
- Concisos: que sea sencillo y ponga el foco en lo importante. Una buena práctica es reflejar sólo los elementos más críticos y aportar los elementos adicionales mediante comentarios verbales.
- Lógicos: que tenga una estructuran lógica y fácil de entender.
- Explícito: digamos lo que pretendemos mostrar en el boceto y por qué lo estamos dibujando.
- Sin Ambigüedades: Es de ayuda rotular los símbolos ambiguos, como flechas o recuadros. Aclarar desde el principio el significado de cada símbolo.
- Revisable: Preguntemos a nuestra audiencia qué les parecen nuestras notas invitándoles a revisarlas o modificarlas.
Veamos algunos errores en los que podemos caer y cómo evitarlos
Centrarse en la estética
Prestar demasiada atención al aspecto y al estilo gráfico del boceto hace que el proceso de esbozo sea más lento y engorroso y reduce el deseo de otras personas de hacer sugerencias o revisiones.
Una forma de evitarlos es utilizar un estilo sencillo y claro evitando adornos o efectos visuales extravagantes como muchos colores o perspectivas en 3D .
Centrarse en el detalle
Cuando conocemos bien un tema, podemos tener tendencia a sobrecargar nuestros bocetos con detalles. Esto puede entorpecer la claridad, la rapidez y, lo que es más importante, a nuestros compañeros de equipo.
Lo ideal es crear un esquema general con sólo los elementos más esenciales, y añadir más detalles o etiquetas más precisas más adelante, en el momento de debate con el grupo.
Centrarse en el boceto
Una vez que se ha dibujado un boceto elaborado, se tiende a apreciarlo y a centrarse demasiado en el dibujo en sí y descuidar el proceso de discusión.
En este caso, intentaremos evitar discusiones detalladas sobre los elementos estéticos o de diseño del boceto. Es ideal no elogiar la calidad del boceto, sino mantenernos centrados en los temas que se están debatiendo.
Si logramos no caer en estos errores y seguir las pautas compartidas antes, comprobaremos que dibujar es una estrategia de comunicación y resolución de problemas muy útil en la mayoría de los contextos empresariales y profesionales.
Bibliografía
- Martin J. Eppler & Roland A. Pfister. 2018. Sketching at work.
- Willemien Brand. 2019. Visual thinking.
