Resolución de problemas, ¿habilidad o mentalidad?

¿Habilidad o mentalidad?

El mundo actual cambia con gran rapidez. Las habilidades para resolver problemas son más importantes que nunca para las organizaciones y las personas que quieran adaptarse y sobrevivir a este mundo en constante y rápida evolución. La resolución de problemas se produce en todos los niveles de una organización. 

La resolución de problemas no es sólo una habilidad, es una mentalidad en la que desafías continuamente el status quo para dar forma a tu mundo de forma proactiva. Así pues, la resolución de problemas no consiste sólo en afrontar retos inesperados, sino también en ver qué se puede mejorar en la forma actual de gestionar una empresa. Esto último suele denominarse mejora continua.

Los problemas y sus soluciones

A las personas no nos gusta tener problemas, por eso intentamos resolverlos lo antes posible. Por desgracia, a menudo no llegamos a la raíz del problema y éstos vuelven a ocurrir (a veces peor o más grandes). Así que intentemos no precipitarnos en la primera solución que aparezca. Es mejor dedicar el tiempo necesario para profundizar en el problema, encontrar la causa y tomar una decisión basada en el conocimiento adquirido del problema sobre cómo resolverlo de forma estructural.

Ya hemos visto que resolver problemas con dibujos o elementos visuales no sólo ayudan a comprender en profundidad un problema y a encontrar su causa, sino que también nos ayudan a analizar nuestros problemas tanto racional como emocionalmente.

Para resolver problemas utilizamos la escritura, el dibujo, las plantillas visuales y la visualización de soluciones para llegar a la decisión correcta.

Encontrar el problema

Paso 1 – Visualizar el problema

Empezamos por visualizar el problema para comprenderlo en profundidad.

  1. Utiliza las preguntas: ¿Quién y qué? ¿cuánto? ¿dónde? ¿cuándo? ¿cómo? y ¿por qué? Determina la naturaleza del problema.
  2. Piensa en un primer símbolo del problema y explícalo de forma sencilla (como se lo explicarías a tu hijo).
  3. Dibuja la respuesta a las preguntas de forma simple. Observa tus dibujos. ¿Queda claro el problema? Trabaja hasta que hayas captado todo el problema en dibujos.
  4. Dibuja un resumen lógico del problema (de forma sencilla y simbólica).  
Utiliza estas preguntas para resolver problemas
Dibuja sus respuestas
Haz un resumen lógico

Cuando se trata de un conflicto, la plantilla del iceberg también es muy útil a la  hora de explorar un problema. Utilizar una plantilla nos permite abordar el problema o conflicto desde otro punto de vista, más impersonal. 

El iceberg se basa en el principio de que hay una parte visible del problema, y tenemos que explorar la parte que no vemos. Empatizar y buscar causas, nos permitirá resolverlo de raíz.
Plantilla vacía
Ejemplo 1
Ejemplo 2

Paso 2 – Encontrar la causa

Para encontrar la causa raíz podemos utilizar

  • el método 5-WHY (5 Por qué). Respondiendo 5 veces seguidas a estas preguntas: ¿A qué se debe este problema? ¿Por qué se produce?
  • o hacer un Mapa mental: Coge un folio grande; dibuja y escribe el problema en el centro del folio. Trabaja desde dentro hacia fuera para crear el mapa mental de las posibles causas. Cada causa es una rama de la raíz.

Finalmente, haz una lista de las 3 o 5 causas principales más probables.

Resolver el problema

Paso 1 – Diferentes perspectivas

Incluso una vez identificadas las causas más probables, lo ideal es analizar el problema desde distintas perspectivas. Hay tres formas de hacerlo:

  1. Tomar la lista extraída del paso anterior y reformularla como soluciones. Por ejemplo, si la causa principal es «no nos tomamos el tiempo necesario para explicar a nuestro público el valor del pensamiento visual», podemos reformularla como solución: «debemos dedicar tiempo a explicar a nuestro público el valor del pensamiento visual».
  2. Coge cuatro trozos de papel para encontrar la solución mirando el problema desde diferentes perspectivas:

    • ¿Desde arriba (a vista de helicóptero o de pájaro)?
    • ¿Desde delante (un perro)?
    • ¿Desde muy, muy lejos?
    • ¿Desde muy cerca (una mosca)?

    Ahora mira si encuentras nuevas soluciones desde estas perspectivas.

Paso 2 – Elije una solución

Para elegir la mejor solución, a veces basta con mirar todas las opciones y, de repente, lo ves: ¡sabes exactamente cómo resolver el problema! Si todavía tienes que pensarlo más, puedes trazar una matriz de impacto y esfuerzo, por ejemplo. Finalmente, elige las dos o tres mejores soluciones y visualiza cómo será el camino para resolver el problema con cada una de ellas.

Para la elaboración de esta entrada he consultado y me he inspirado en la siguiente bibliografía:

  • Visual doing. Applying visual thinking in your day-to-day business, de Willemien Brand.

  • Visual thinking. Empowering people & organizations through visual collaboration, de Willemien Brand.